El peor de los peores

A un mes se encuentra Xico, de cerrar un capítulo, que sin duda alguna, pasará a los anales de su historia como el peor período gubernamental en manos del ya tristemente célebre Luis Alberto Pozos Guzmán. Muchos fueron los yerros de Luis Pozos, demasiada su prepotencia y muy evidente su pobre capacidad negociadora. Defraudó a todo un pueblo, tanto a los que le favorecieron con su voto como aquellos que siempre se supieron sus detractores. Escurridizo a partir de su segundo año de gobierno, cuando ya la evidencia de los errores administrativos, financieros y técnicos del primer año dejaron en claro lo que se avecinaría en los dos siguientes años, de mirada furtiva y discurso débil. La falta de obra Pública hace que Xico no sólo no avance, sino que retroceda. A pesar de ser pueblo mágico, en el trienio de Luis Pozos, no se construye prácticamente nada. La carretera Xico-Coatepec a base de pavimento hidráulico, se realiza con recursos y bajo la operación del Estado. Los caminos a las comunidades se encuentran en el abandono y a los que se les ha encarpetado con asfalto o a los que se les ha dado mantenimiento, la mayoría también se ha realizado con recursos Estatales. Se recordará esa frase de lucha en campaña que animaba al militante y simpatizante: “Del Hospital” Yo me encargo; obra que nunca llegó, por una cosa u otra, a concretarse. Sucedió igual con la ampliación a dos carriles, camellón central, etcétera del tramo de San Marcos a Xico y que el alcalde actual pretendió llevar hasta las últimas consecuencias, sin tener a la mano debidamente integrado el expediente técnico con todas las implicaciones que éste requiere, atropellando el derecho de propiedad de algunos dueños de terrenos que se encuentran en esa vía, negociando en lo oscurito con otros y propiciando al final, la instalación de changarros de comida que operan, en el mejor de los casos con permisos municipales, pero que ojalá lo hagan con la aprobación de la Secretaría de Salud ya que a escasos metros de dichos negocios corre un drenaje a cielo abierto, situación que dicho sea de paso, repercute en las inversiones que realizan empresarios del mismo giro que se encuentran en la formalidad y legalmente establecidos. El camino a La loma amarilla fue otra de las chuladas del autodenominado “viejito”, obra que se encuentra en el abandono, no concluida y lo que es peor, en la opacidad de la información como por ejemplo, de los gastos en que se incurrió para su ejecución, bajo que tipo de contratación se adjudicó, quiénes participaron en la licitación si es que fue Pública y si fue restringida a quiénes se les invitó a participar y porqué, fue publicada en Compranet, cuál fue el origen de los recursos, y muchas otras preguntas de carácter técnico que saltan a la vista. Por si fuera poco, de las poquísimas obras concluidas que se pueden contar, una es la cafetería-baños públicos-oficina de enlace-oficina de la presidencia, que se encuentra a un costado de la explanada del parque Independencia y a la cual se le dio, sabrá Dios porqué razones, el nombre comercial de “El viejito”, fue a últimas fechas “donada” al clero, situación compleja ya que los activos de un ente llámese municipio, no son propiedad del alcalde en turno, sino de todos los habitantes. Ahora bien, se elige por mayoría a una persona a la que la Ley otorga el derecho, bajo ciertos procedimientos, de tomar decisiones sobre la enajenación, donación, comodato, etc… de bienes públicos. La pregunta realmente concreta es: ¿cuál es el beneficio para todos los habitantes, católicos o no, de esta donación? Para la posteridad quedará el recubrimiento de piedra laja y de río en la fachada principal que sirve actualmente para el funcionamiento de diversas áreas de oficina y de la Presidencia Municipal, obra también inconclusa ya que repitió los patrones de ejecutarse sin proyecto, sin plan, sin presupuesto programado, sin revisión estructural del inmueble. Lo resultados nos escupen la verdad a la cara y nos dicen que seguramente demasiadas decisiones fueron tomadas al amparo de los caprichos, de una personalidad ególatra, de una visión de poco alcance. En estos tres años, nunca existió, la base de toda organización que es la Planeación. Nunca hubo un rumbo definido, no hubo y si existió, debe rondar en un cajón de un viejo escritorio, el Plan Municipal de desarrollo. Hubo vaquilladas a diestra y siniestra, hubo innumerables cortes de luz por falta de pago, hubo insultos que la misma autoridad en la persona del munícipe, se ganó a pulso. Hubo irregularidades en los protocolos como ese desangelado y peor aún, ilegal segundo informe de Gobierno. En lugar de que se colocarán letreros de Obra, se colocó un fotomontaje con cuerpo de boxeador y el rostro de Luis Pozos en burla frontal a los que no coincidían con su estilo de liderazgo. Se colocaron imágenes religiosas en sitios que nada tienen que ver con la religión, se hizo evidente la precariedad del cabildeo político. Peticiones comunes de servicios de agua, drenajes, becas, pavimentos, despensas, uniformes, apoyos eran resueltos a manoteos y con la pérdida de compostura del máximo responsable de la autoridad en esa demarcación territorial, creyendo que a base de gritos es como la política resuelve sus problemas. Xico, en tres años, no tuvo pies, ni cabeza, ni cerebro, ni palabra, ni moral, ni discurso, ni pantalones, ni capacidad. Tuvo en cambio, un generalizado descontento social, un desorden administrativo, financiero y técnico, un gasto irresponsable, en suma, un pésimo manejo de la estructura municipal. Lo salvaron y lo seguirán haciendo sus habitantes, su gente siempre dispuesta al trabajo honrado y a la disciplina con la que ha transitado desde muchas generaciones atrás, por eso conservamos tradiciones y se celebra cada Julio como es debido, como lo hacían nuestros padres y abuelos y lo harán nuestros hijos. El 1 de Enero de un nuevo año 2014, iniciará otro ciclo y se cerrará el de Luis Pozos Guzmán, el hombre pequeño, el diminuto contador, sin ofender a los contadores y ojalá que las autoridades estatales no se presten a negociaciones de baja estofa y salgan a decirnos que las finanzas y las comprobaciones de la cuenta pública 2013 son correctas y gozan de cabal transparencia, porque ese cuento, a estas alturas de Luis Alberto Pozos Guzmán , nadie se los cree. Arturo Blanco Diciembre 2013